Es frecuente ver que algunas personas prefieran comenzar la noche con bebidas de baja concentración de alcohol (p. vino, pulque, cerveza,) y ya después pasen a las bebidas “fuertes” (p. tequila, whisky, vodka, brandy, ron u otras). Tradicionalmente, las bebidas con alcohol se consumen en cantidades muy diferentes y cada bebida tiene un envase propio: por ejemplo, el tarro para la cerveza, las copas para los vinos, el vaso old fashioned para whisky o bebidas “en las rocas” y el caballito para el tequila; podemos notar que existe gran diferencia en sus tamaños. Dicha diferencia en la cantidad por trago se debe a que las bebidas suelen tener una concentración de alcohol diferente, por lo que servirlas en su recipiente y en la cantidad correspondientes, produce que todas contengan aproximadamente la misma cantidad de alcohol puro.
En caso de que decidas beber alcohol, te dejamos alunas recomendaciones para tener un consumo responsable: