Muchas veces, creemos que una buena autoestima es percibir que tenemos cualidades extraordinarias o que las demás personas deben confirmarlas. En realidad, una autoestima saludable implica mucho más que eso, pues nos permite ver los aspectos que nos agradan de nosotras y nosotros mismos, y también aquellos que no aceptamos tan fácilmente. Toma en cuenta que la autoestima se construye en el día a día, se puede ir moldeando poco a poco.